sábado, 28 de junio de 2008

5 Concejos para Prevenir las Infecciones Respiratorias en Bebés.

Amamantar

Dale la teta a tu bebé.
La leche materna es, sin duda, el mejor alimento para tu hijo crezca sano y fuerte. En los primeros seis meses de vida es el alimento más completo para tu hijo. La Organización Mundial de la Salud recomienda que el bebé siga tomando leche materna hasta los dos años. Cuando esto no es posible o la leche es insuficiente, consultá a tu pediatra para que te aconseje sobre la mejor alimentación para tu hijo.

Evitar el contacto con personas resfriadas

Si algún integrante de la familia está con tos o resfrío debe pasar el menor tiempo posible con el bebé. Y cuando esté con él, es buena idea que use barbijo y se cubra la boca y la nariz al toser o estornudar. Usar pañuelos descartables y después tirarlos a la basura puede ser de gran ayuda.

Además, acordate de higienizar bien chupetes, tetinas, juguetes y todo aquello que estuvo en contacto con la persona enferma antes de dárselos al bebé.

Es importante entender que estos virus no dejan inmunidad permanente, por lo que el hecho de que un bebé o sus papás hayan tenido la enfermedad no significa que no puedan volver a contagiarse.

Si la mamá se enferma, hay que extremar los cuidados, usar barbijo al amamantar y lavarse muy bien las manos pero que no deje de amamantar a su bebé, salvo indicación del pediatra.

Lavarse las manos

Lavarte las manos cada vez que vas a estar en contacto con el bebé es una acción sencilla con muchos beneficios. Hacés muchas cosas con tus manos: lo vestís, lo cambiás, lo mimás, lo alimentás; por eso es imprescindible que las tengas siempre bien limpias.

Lavate las manos por 20 segundos en agua caliente y jabonosa (los niños pueden usar agua tibia). Refregá las manos, muñecas, uñas y entre los dedos.

Lavate las manos después de utilizar el baño, cambiar pañales y siempre que hayas tocado algo que pueda estar contaminado. Enjuagá y secá las manos con una toalla limpia.

Ventilar los ambientes

Es fundamental ventilar los ambientes, por lo menos una vez al día, para que en tu casa no esté el aire viciado.

Hay que evitar el uso de pinturas, desodorantes ambientales, insecticidas y productos de limpieza cuando no puede lograrse una buena ventilación.

Sin humos

El humo y el aire contaminado ayudan a las infecciones, por eso evitá fumar cerca de tu hijo y en tu casa. Tratar de evitar el uso de calefacción a leña o por braseros.

Enlace: http://www.respiratoriasbebe.org/infecciones_respiratorias_riesgos_y_prevencion.html

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